La habitación tenía una vista muy bonita.

este hotel es brutal, la ubicación está de lujo, puedes ir a casi todos lados caminando. el personal es super amable y se esfuerzan por hablar en español, es como estar en casa. la habitación siempre limpia y calientita, la calefacción a mil. además, el ambiente de la zona es genial, siempre hay vida en las calles.

lo único es que se escucha ruido de la calle y a veces la ducha no tiene buen chorro, pero nada del otro mundo.

Una ubicación fantástica y caótica

La ubicación del hotel fue un verdadero hallazgo. a solo unos pasos del Moulin Rouge y con un ambiente vibrante en las calles que me dejó con muchas ganas de explorar. Cada mañana, el café recién servido y la amabilidad del personal hicieron que mi día comenzara de la mejor manera.

Sin embargo, no todo fue perfecto. las noches eran ruidosas en exceso por el bullicio de la calle. La calefacción era defectuosa, lo que complicó mi descanso en un lugar que, de otro modo, tenía mucho potencial.

Ubicación a pocos pasos de Moulin Rouge, metro a 5 minutos andando, ambiente vibrante en las calles.

Las escaleras son estrechas y el ascensor está en el primer piso. La habitación hacia el patio era pequeña y se pasaba calor por la noche. Además, el ruido de los bares vecinos puede resultar molesto.

Una experiencia agridulce

El hotel tiene una ubicación excelente, a solo dos cuadras del Moulin Rouge, pero cuidado con los alrededores. El personal no habla español, lo que complica la comunicación. La limpieza y el desayuno dejaron mucho que desear. No hay agua caliente, lo cual fue una gran decepción.

Me hospedé cuatro noches en Royal Mansart y mi experiencia fue genial. Disfruté de una habitación cómoda, destacando el ambiente del barrio lleno de vida. Lo único que noté fue un poco de ruido por las noches, pero no me impidió descansar. Volvería sin dudarlo.

La habitación era cómoda y siempre estaba limpia, con unas vistas agradables que permitían ver la vida vibrante del barrio, lo que hizo mi estancia muy placentera.

El ruido nocturno de los bares puede ser molesto.

Las habitaciones son pequeñas, pero cómodas y limpias.

La ubicación del Royal Mansart es genial, a solo dos cuadras del Moulin Rouge. Disfruté de la cercanía a Montmartre y los cómodos bares y restaurantes en la zona. La habitación que ocupé era cómoda, siempre limpia y tenía unas vistas agradables. El desayuno era básico, solo un croissant y un trozo de pan, pero suficiente para comenzar el día. El personal tuvo un trato amable, aunque no hablaban español, lo que complicó un poco la comunicación. Sin embargo, se esforzaron por ayudar. Un inconveniente fue el ruido por la noche proveniente de un bar cercano, lo que hacía un poco difícil el descanso. Además, el acceso en ascensor es un poco complicado, ya que está en el primer piso y a veces toca subir escaleras bastante estrechas con el equipaje. En general, pasé buenos momentos, pero algunos detalles podrían mejorar.

el personal del hotel siempre fue amable y atención muy buena. la habitación tenía un poco de ruido.

experiencia grata pero con detalles por mejorar

La cercanía al metro facilitó mucho nuestras salidas diarias. Además, el personal siempre fue amable y se mostraron dispuestos a ayudar en cualquier momento. La habitación era limpia y cómoda, con vistas agradables que reflejan la vida del barrio.

El sonido de la calle por la noche puede resultar un poco molesto.

La habitación era cómoda y siempre estaba limpia, pero el ruido de la calle se sentía mucho, sobre todo de noche. La calefacción funcionaba bien, lo cual fue un plus. Las vistas desde la ventana eran bastante agradables, pero el espacio era un poco justo para dos personas. Aunque tienen ascensor, está en el primer piso y a veces las escaleras se complican. En general, el descanso se vio un poco afectado por el ruido.

El Royal Mansart se encuentra en el corazón de Montmartre, tan cerca del Moulin Rouge que casi se puede escuchar el tango desde la habitación. Las vistas desde la ventana son más encantadoras que un montaje de la ciudad en una película romántica. siempre hay gente paseando entre los cafés y los artistas en la calle.

Escaleras estrechas